Hacienda Santa Bárbara y Granahorrar

De mis arrecheras recuerdo que Hacienda Santa Bárbara fue uno de esos descubrimientos que me dejaba bien pajeado.

No recuerdo cómo empezó, pero sí recuerdo que hay unos baños grandes que nadie visita, sólo nosotros. Es tal el descaro, que gay que entra de una mira por debajo de las puertas de los baños a ver quién le abre, y si no, va y la saca en el orinal y espera que entre alguien.

No es tan porno, a veces yo permanecía horas y nada de nada. Pero recuerdo a un man, con saco y corbata (al medio día y 5pm son horas pico, vuela semen por ese baño!!) muy nerdo, pero la verga me gustó en el orinal. Le pedí que nos cambiáramos de baño, allá estaba repleto y yo sólo quería verlo mejor.

Fuimos a otro, y allá nos metimos a la cabina, le chupé ese culo como nadie. y resultó con cuerpo de gimnasio y todo marcado (¿ven pro qué lo de mi teoría porno?) pajeada deliciosa y listo. El man corrió luego de que se vino, me dejó muy aburrido.

Otra tarde, me metí a un cubículo, cuando un tipo con pinta rara, se metió al del lado. Me miró nos miramos, metió la mano blablabla, la sombra en el piso, blabla bla. Finalmente metió la mano y yo le puse el culo. Se humedeció los dedos y empezó a metérmelos. Los baños no tienen visibilidad de los pies, o sea no se ve si hay alguien ono, de frente, entonces yo me acurruqué de lado, dejando que tuviera mi culo debajo de la pared del cubículo.

El tipo moviá los dedos mágicamente, yo me pegué la celentada de mi vida, rojo, sudaba, gemía y el man a puros dedos. Yo quería tocarlo, que se metiera en mi cubículo, pero él no quería. Me subí en la cisterna y lo vi claramente, me gustó. Me pidió un beso pero tenía un pésimo aliento, a diferencia de su verga.

Yo me bajé y me volví a acurrucar, por lo menos eso era absolutamente delicioso. cuando me cansaba, le mostraba con la sobra que me estaba masturbando, a ver si se animaba a entrar (arrechera es arrehera), pero nada.

El man era encantado metiéndome los dedos en el culo y yo me djé. Placer puro. No quiso seguir de repente, se fue. Otra vez nos pajeamos con un vendedor de zapatos de allá y fue rico. Así pasaba tardes por allá a ver qué veía.

En Granahorrar estuve poco. Pero recuerdo escenas RE PORNO. Como manes entrando de una a los abños, emparolados y tocándose a ver quién los tocaba. Un man una vez me habló, y era re pinta y re hetero. Resultó trabajar por ahí y me pidió que me dejara clavar. No había donde.

Una tarde un gordito se me metió en el cubículo y dejé que me metiera el dedo, se vino al instante.

Uno siempre se queda con la sensación de que la gente busca algo ma´s que sexo. Yo quería vivir una peli porno, quería ver en la vida real lo de la pantalla de mi computador, pero también quería dejar de estar solo.

A veces se me cumplía lo del porno, pero no lo de la soledad.

Una vez un man ya mayor, entró mientras yo me lavaba las manos. Le hice mirada de "hola", pero sin ponerle cuidado, de una se bajó los pantalones y se pajió. Se vino de una, yo dije: "la gente está muy loca". No me pidió nada, sólo mostró y se vino.

Otra vez, uno má joven sólo quería verme pajear. Me decía: "clava, clava", al movimiento de mi mano, se arrechaba, pero no entraba. Esa es la otra, hay miedosos que son una rogadera. Hay gente muy arriesgada, chupa y no sabe qué. El SIDA existe, pero hacemos el cruising ignorándolo, o pensando con las guevas.

Ya hoy en Granahorra es muy feo, lleno de vigilantes y gente muy paila. Con la remodelación se pillaron todo y no se puede hacer nada, pero va mucha gente. En Santa Bárbara si sigue igual.